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Esta Ley que Atemoriza a la Democracia Dominicana

Ley 01-24: La Ley que Atemoriza a la Democracia Dominicana

Por: Felipe Lora Longo

En la historia de la RepĂşblica Dominicana, el nombre de Rafael Leonidas Trujillo Molina sigue resonando como un eco macabro de opresiĂłn y dictadura. Su sombra, que creĂ­mos extinta, parece alargarse nuevamente sobre nuestro paĂ­s con la aprobaciĂłn de la Ley 01-24, una medida que recuerda los peores momentos de la tiranĂ­a trujillista y su temido Servicio de Inteligencia Militar (SIM).

¿QuiĂ©n necesita esta ley? ¿A quiĂ©n pretenden proteger con la sombra del miedo y la vigilancia constante? Son preguntas que deben resonar en la mente de cada dominicano preocupado por nuestra seudo-democracia y los derechos humanos en nuestra tierra. La rapidez con la que esta ley fue aprobada levanta sospechas sobre las verdaderas intenciones del gobierno y sus aliados polĂ­ticos.

Resulta alarmante que, en plenas festividades navideñas, momento de distracciĂłn y celebraciĂłn para muchos dominicanos, se haya perpetrado este atropello a nuestra libertad y soberanĂ­a. ¿QuĂ© mejor momento para pasar desapercibida una ley que otorga poderes excesivos al gobierno, bajo la máscara de la seguridad nacional?

La falta de transparencia y la nula participaciĂłn ciudadana en la creaciĂłn y aprobaciĂłn de esta ley son un insulto a los principios democráticos que tanto hemos luchado por defender. ¿DĂłnde queda la voz del pueblo en un proceso legislativo que se lleva a cabo a puertas cerradas y en la oscuridad de la noche?

Lo más sorprendente, y a la vez desgarrador, es la complicidad de todos los representantes en el Congreso, donde sĂłlo uno de sus miembros alzĂł su voz en disidencia. ¿CĂłmo es posible que nuestros supuestos representantes se hayan unido en una sola voz para aprobar una ley que atenta contra los derechos y libertades que juraron proteger?

Esta ley, con su aura de secretismo y control, es inconstitucional en su esencia misma. No respeta los principios fundamentales de nuestra Carta Magna ni los derechos inalienables de los dominicanos. Es una afrenta a la democracia y una traiciĂłn a los ideales de libertad por los que tantos han luchado y sacrificado.

Llamamos al pueblo dominicano a levantarse en rechazo unánime a esta ley indignante. No permitamos que el fantasma de la dictadura se apodere nuevamente de nuestra patria. Exijamos transparencia, participación ciudadana y respeto por nuestros derechos fundamentales. No dejemos que el legado de Trujillo empañe nuestro futuro. La lucha por la libertad y la justicia debe continuar, ahora más que nunca.

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