El muerto es Rafael Antonio Reyes Espinal, de 81 años, quien además estaba depresivo porque padecía una enfermedad terminal, según su sobrina, Carmen Margarita Calderón Espinal.
El hecho ocurrió en el apartamento 202, edificio 4, del residencial La Pradera, de esta capital, donde residía la víctima.
Calderón Espinal dijo que fue alertada por vecinos de que del apartamento de su tío salía un mal olor, por lo que fue al lugar, abrió la puerta y lo encontró muerto, tirado en el piso. A su lado estaba su arma, una pistola Glock, nueve milímetros.
Reyes Espinal vivía solo desde el fallecimiento de su esposa, hace tres años. A partir de entonces cayó en un estado depresivo.
Trascendió que Reyes Espinal tuvo una compañía de vigilantes privados que cayó en quiebra. Luego hizo un préstamo a un banco que no pudo pagar y perdió su casa, por lo que vivía alquilado.
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