El jefe de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, dejará su cargo a finales de la semana, luego de sostener un desacuerdo con el presidente Donald Trump en los últimos meses, dijo el miércoles una portavoz de la agencia.
La renuncia de Chuck Rosenberg “será efectiva el 1 de octubre”, dijo a AFP Katherine Pfaff.
La salida de Rosenberg, conocido por su proximidad con el ex jefe de la policĂa federal (FBI), James Comey, despedido en mayo por Trump, no genera gran sorpresa.
Rosenberg era un remanente del gobierno del expresidente demĂłcrata Barack Obama y se esperaba que Trump lo reemplazara tarde o temprano por un aliado suyo.
Pero la situaciĂłn de Rosenberg, un exfiscal que dirige la DEA desde 2015, parecĂa más comprometida desde julio pasado, cuando condenĂł enĂ©rgicamente observaciones del presidente.
Trump habĂa sugerido pĂşblicamente que la policĂa no tomara con pinzas los interrogatorios de sospechosos, dando una luz verde implĂcita a malas prácticas con los arrestados.
En un correo electrĂłnico enviado a los empleados de la DEA, Rosenberg habĂa acusado abiertamente al presidente de “tolerar el mal comportamiento de la policĂa”.
“Nuestro deber es hablar cuando algo es anormal”, dijo.
La Casa Blanca es acusada regularmente de interferencia polĂtica en el funcionamiento teĂłricamente independiente del Departamento de Justicia, que supervisa a la DEA.
La agencia antidrogas de Estados Unidos tiene como prioridad combatir el flagelo de los opiáceos en Estados Unidos, que han aumentado excepcionalmente las muertes por sobredosis en el paĂs.
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