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La RD, una “mina” con múltiples vetas y yacimientos

Las reservas de oro y plata cubren hasta 30 años y las de bauxita 20; hay tres concesiones para explorar petróleo

La minería metálica, basada en el oro, plata, ferroníquel y bauxita, encabeza los proyectos en desarrollo. 

La República Dominicana es un destino para la minería. Por cada mil kilómetros cuadrados de territorio dominicano hay en promedio 95.6 licencias solicitadas o aprobadas para exploraciones y explotaciones mineras, y a cada provincia le corresponde un promedio de 15.75 de esas propuestas de concesiones. 

Actualmente la Dirección General de Minería procesa 290 solicitudes de concesión de exploración minera.

Tres concesiones de exploración y explotación petrolera están vigentes, y las autoridades les han exigido a los concesionarios un mayor nivel de actividad en los trabajos exploratorios de esas concesiones, por el enorme interés estratégico del país por encontrar depósitos petroleros y que estas concesiones sean exitosas en sus exploraciones.

Por la prioridad estratégica de incrementar las exploraciones petroleras, el Gobierno, a través de la Dirección General de Minería, está promoviendo la realización de estudios geofísicos y geosísmicos en el mar para aumentar el conocimiento de las potencialidades petroleras y atraer inversión de calidad en esa área. De las 290 solicitudes que Minería estudia, 163 son para concesiones de minerales metálicos y 127 para exploración de minerales no metálicos.
El mapa dominicano está “marcado” con signos mineros desde Pedernales y Dajabón, en la zona fronteriza, hasta Sánchez Ramírez y Monseñor Nouel, en la región Central y Nordestana. Los estudios geológicos realizados dan cuenta de que el país estará explotando y exportando oro y plata por al menos los próximos 30 años, y bauxita por dos décadas continuas. Hasta septiembre pasado, la Dirección General de Minería registraba 507 concesiones mineras, en categoría de solicitadas y/o aprobadas.Por el auge de la minería y por las cuantificaciones de sus potencialidades, el Gobierno ha asumido esa actividad como una de las áreas fundamentales para impulsar el desarrollo económico del país, junto con el turismo, la agricultura, la pequeña y mediana empresa.

El universo de concesiones incluye 128 en categoría de explotación, alcanzando un área de 170,685 hectáreas. También hay en proceso de evaluación y aprobación 61 solicitudes de concesiones de explotación para minería no metálica.

Después de una historia marcada por un tímido desarrollo en su fase inicial, la minería se torna ahora en una actividad de desarrollo intensivo. Oro, plata, cobre, zinc, níquel y bauxita encabezan el listado de minerales en cuya búsqueda se está explorando y perforando el territorio dominicano en varias localidades. La minería no metálica también tiene su propia historia, y peso.

La presencia de minerales en el territorio dominicano fue determinada por especialistas norteamericanos en geología, quienes en el 1921 establecieron que existía oro en Cotuí y níquel en Bonao. Para la época del descubrimiento, el oro aluvional era abundante en la Hispaniola. Todavía hoy en día se encuentra oro en cauces de algunos ríos del país.

Para la década de los años 50 arranca la explotación minera en grande. El inicio se dio en Barahona con explotación de las minas de sal y yeso, en operaciones mineras no metálicas. En otra actividad de minería no metálica, se estableció la fábrica de cemento Colón en la ciudad capital.

La explotación de metales comenzó, también en la región Sur, con la bauxita en Pedernales por parte de la Alcoa Exploration Company en 1959. El otro gran proyecto de minería metálica correspondió a la mina de níquel de Falconbridge Dominicana en 1972 , y tres años después comenzó la “fiebre del oro” en el país, con la explotación de óxidos de Pueblo Viejo por la empresa extranjera Rosario Resourcesen, la cual fue estatizada por el Gobierno dominicano en 1979. El gobierno mantuvo en operación a la mina hasta que se agotaron los óxidos. Para explotar los sulfuros, se necesitaba nueva tecnología, más costosa, porque el oro ya no se encuentra en la superficie, sino a mayor profundidad.

En el año 2008 se inauguró la mina de cobre y oro de Cerro Maimón, operada por CORMIDOM, subsidiaria de Perilya Limited de Australia.

Este año 2013 se presenta como uno de los períodos más luminosos en término de producción y exportación minera. Está en desarrollo el proceso de exportación de oro y plata de la minera Barrick Pueblo Viejo y también se contempla la inauguración del proyecto de oro y plata en las presas de colas de las Lagunas en Pueblo Viejo, a cargo de la empresa australiana Panterra Gold.

Durante este año se tiene previsto reiniciar la explotación de la mina de bauxita Las Mercedes, en Pedernales. Sumadas esas operaciones a la mina de Falcondo, que extrae ferroníquel en Monseñor Nouel, serán cinco las operaciones mineras activas con que contará el país este año para la producción metálica de oro, plata, cobre, ferroníquel y bauxita.

El 31 de enero pasado, una exposición en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio, el director general de Minería, Alexander Medina, informó que las reservas probadas de los recursos minerales del país permiten que la riqueza minera fluya a través de la economía nacional por los próximos 30 años.

Citó que la reserva mineral de oro, plata, zinc y cobre en Pueblo Viejo durara por al menos 30 años, las de níquel en Falcondo durarán otros 20 años, las de cobre en Cerro Maimón al menos 10 años y Las Lagunas estará en operación por 8 años. Por su parte las reservas de bauxita del país en todos sus depósitos alcanzan para una operación de 20 años.

En la ocasión, el funcionario calculó que la riqueza derivada de las reservas probadas de minerales existentes en el país tiene un valor superior a US$60,000 millones, calculados a los precios actuales. “Es esta riqueza minera, que será explotada y exportada en los próximos años, la que constituye una real oportunidad para el desarrollo nacional venidero”, dijo. Y agregó que “la minería ha reentrado a la economía de la República Dominicana con altos vuelos para quedarse como uno de los pilares fundamentales del desarrollo nacional. A partir del 2013 la minería será, junto al turismo, la agricultura, las zonas francas, el comercio y la industria, uno de las mayores contribuyentes al producto interno bruto, a las exportaciones, al ingreso de divisas y a las contribuciones al Estado Dominicano”. 

El escenario también es propicio para explotar limitados depósitos de oro y cobre, cuyo reducido nivel de reservas hacen improbable la instalación de una planta para procesarlo, pero que las plantas metalúrgicas de Cerro Maimón y Las Lagunas, ofrecen la oportunidad de que puedan ser explotados. Se trata de depósitos con un potencial de entre 100 a 300 mil onzas.

Minería no metálica atrae 50 empresas

El país cuenta también con otros componentes de la minería no metálica, la cual a la fecha tiene en operación 50 empresas de explotación minera, según informes de la Dirección de Minería. Ese grupo incluye siete fábricas de cemento Portland, cinco de carbonato de calcio y cal, tres de yeso, cuatro de cerámica y baños, 19 de agregados y calizas y 12 de rocas ornamentales. Las empresas cementeras han creado y mantienen cerca de 15,000 puestos de trabajo directos a nivel nacional, con una inversión cercana a los mil millones de dólares. Este año estarán en operación dos nuevos hornos de clinker para cemento Portland que procesarán mineral de caliza y yeso. Estos son los instalados por Inversiones Panamericana en Boca Chica y Cementos Andino en Pedernales, en adición a los que ya operan Cemex en San Pedro de Macorís, Cemento Cibao en Santiago, Domicen en San Cristóbal y Cementos Santo Domingo en Azua. Otro renglón importante es la explotación de piedra caliza, de la cual al cierre del primer semestre de 2012 el país exportó 121,341 toneladas.

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